martes, 20 de noviembre de 2012

siesta intergaláctica

Me fui a dormir una hora. 
Eran las tres de la tarde, dije, bueno, duermo hasta las cuatro. 
Me saqué el corpiño y la pollera y me tiré.

Vienen siendo días de trabajo intenso, sobretodo a nivel interno. Año intenso, se me pusieron intensas las cosas. Si hay una palabra para el dosmildoce es esa.
Bueno, me acosté y puse el despertador.

Una siesta también es un pasaje gratis, uno se acuesta en un momento y lugar y cuando se despierta está en otro. Se ha movido, ha viajado. La casa no es la misma, el color del día, las posibilidades. La siesta une, y al mismo tiempo separa, dos cosas bien distintas. Como un túnel, como un viaje-

Un sobresalto, agarré el teléfono asustada. Los pensamientos, el enano jipi y el enano careta que tengo uno a cada lado de la cabeza como en los dibujitos, empiezan a discutir. Miro la hora, 18:52. Me dormí, me dormí, me dormí... digo-pienso. Y el enano careta se me ríe-
Ui no, me dormí otra vez, la puta madre. Este teléfono tiene la hora mal, no sé qué onda. Corro al baño loca y me miro al espejo: ¡No me bañé! ¿Por qué tengo la ropa de ayer? ¿Dios... qué hora será? 

El enano jipi se prendió uno y se puso a mirar mi chou.

Encendí la compu para verle su relojito. Y entonces, en un arrojo de coherencia temporal, me doy cuenta que no es mañana. Que es hoy. Que no tengo que correr a la escuela. Que no me dormí.

Alivio, un poco. No sé donde estoy todavía. Sé que en algún lugar medio raro del martes, también raro.
Además soñé un montón. Me siento muy viajada. No puedo unir ese día a las tres de la tarde en que me tiré una horita, con este día ya oscureciendo donde me levanto habiendo dormido cuatro.

Los mates que me estoy tomando me remiten a la mañana. Les puse miel, como hago a la mañana. 

Menos mal que me di cuenta acá y no me fui corriendo al bosque, a la escuela. Después de un acto de esa estirpe yo misma presento la renuncia, la licencia por quemada galáctica magnética lunar solar cósmica-



jueves, 1 de noviembre de 2012

noviembre

no 
vi
em
bre(ve)

vi despacio
vi suavemente
vi la brevedad de mi dosmildoce
intenso él
emociones violentas
descubrimientos
mudanzas varias de pieles varias

alta revolcada me viene dando
el año del dragón
me encendió
tiró fuego hasta por los ojos

me prendió y así encendida quedé
bien ahí che
aprendizajes de fuego han sido
constantes profundos tribales implacables irreversibles inolvidables

sacudime más que ya te caché el paso
de tu baile frenético

dale que se termina la fiesta-