sábado, 24 de marzo de 2012

la memoria 
de todos 
junta

como un elefante 
que ocupa mucho espacio

la memoria
para que estemos bien
la memoria 
para que nunca más

y nunca más no sólo en las macro cosas

sino nunca más en los detalles de la vida
que no haya violencia
ni persecución
ni maltrato
ni terror
en nuestra cama, en nuestra vereda
en el camino a casa, en los amores diarios.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Basura


los tachos de basura
se parecen a sus dueños.

hablan de ellos.
de nosotros.

ahí, conjugados
y mezclados
los sobrantes,
dicen.

lo que no queremos 
lo que tiramos
lo que no nos importa volver a ver
lo descartable 
lo sucio
lo asqueroso
lo feo
lo que huele mal 
lo que se pudrió
lo inútil
lo caduco
lo roto
las etiquetas
los envoltorios

dicen lo que comimos
lo que no comimos 
los kilos de yerba aproximados
por semana


dice si vinieron visitas
o si fueron días solitarios


dice

voy a revolverme
voy a ver 
quién soy
en mi tacho de basura 

lunes, 19 de marzo de 2012


inspirado por Javier Mascaro y su Ciclo de Vida. 
javiermascaro.blogspot.com 







domingo, 18 de marzo de 2012

había una vez una mosca parte 2


Que estaban secas. Sí, eso pensaba. Fui el miércoles a la dermatóloga y se lo dije, mirá, ya pasó, ya están muriendo. Sí, dijo ella. Para verme con una lupa muy grande pasó un cable por encima de mis piernas, yo acostada con el vestido levantado, mirando a la pared. Me sacó la cascarita con su pinza. De vez en cuando yo levantaba la cabeza para mirar, no quería que la señora me sorprendiera con algún antídoto o jeringa sin previo aviso. Presionaba. Otra vez, suavemente. Anotó en su fichita lo que veía, que la lesión estaba menos inflamada y con cáscaras y sin infección. Supongo que a todo esto la larva decía yes, y festejaba un día más de vida. Salí, agarré la bici, volví contenta. Se habían secado.
Me preguntaron algunas gentes qué pasó. A esta altura hay varios sujetos siguiendo la historia casi culebrón de las larvas y yo. Calma. Se secaron. Qué bueno, dijeron todos.
Ese día a la noche, me toqué. Salió un líquido. Claramente la médica, en diversos encuentros, había asociado líquido a vida. Por eso si estaban secas, no estaban vivas. Pero resultó ser que debajo de la cascarita que me sacó la señora, había humedad aún. Mi cara cambió de color. Tuve otra vez el coraje de apretujar, en medio de un nuevo episodio de histeria, hasta sacar una larva considerablemente más grande que las dos anteriores. Grité, caminé de un lado a otro de la casa mientras Kari me miraba desde su serenidad. Se reía. Yo creo que también me hubiese reído. Tuve un rato en la mano la pinza de depilar, sujetando a mi tercer larva. Kari felizmente abrió la canilla del baño, le deseó buen viaje, y la tiró.
Eran cuatro, pensarán ustedes, falta una. A esa la rompí, en medio del intento, unos días antes. Saqué una partecita. Y el último día de este trauma, salieron sus pelitos negros, sueltitos, como papel picado. 
Así concluye esta secuencia. Espero. 
Espero que no haya Había una vez una mosca parte 3.

Gato Vuela












jueves, 15 de marzo de 2012

¿Qué pasa si el título del puema es más largo que el mismísimo puema?

silencio
es
hay

y sí
pienso de más
me pre ocupo
me enrosco, me hago la cabeza
le doy más vueltas de lo que merece
soy atolondrada, despelotada, distraída
me dejo estar
me auto boicoteo
me lastimo a veces
me dejo de lado
me asusto al pedo
vuelvo a ver si cerré la puerta con llave cuando nunca jamás en la vida la dejé abierta
y sin embargo dudo cada vez
dudo de mi
de mis recuerdos
hasta de los recuerdos documentados

y sí, tengo todo un costado oscuro
sepanlón.

martes, 13 de marzo de 2012

hay mosquitos
hay muchos
me rasco las piernas sin parar
pienso que no me gustan
me rasco y me duele
y me sigo rascando
porque me pica
porque hay mosquitos

vuelan con sus patas rayadas colgando y con ese zumbido bobo que me enloquece

vuelan y me perturban me dejan intranquila me duele me rasco me duele

si hay un ser en este mundo que detesto es el fucking mosquito

viernes, 2 de marzo de 2012

(vieja verborragia/ vomitada en rauch en 2009)

Camino por los huecos que me dejan para andar, a veces con mucho calor, calor de manos calor de verdulerías calor de mates tan dulces que no me gustan tanto pero me los tomo igual porque están llenos de mariposas y eso sí me gusta. A veces la gente se me escapa de los recuerdos, las palabras se van como agua por los coladores de mi frente y me quedo sólo sola con la frente vacía. La música de los dientes y de los dedos viene de vez en cuando como cuchillitos pequeñitos que me hunden en los huesos un dolor dulce, como dulce de olor a viejo, a humedades, a dulce feo. Y entonces viene un momento entre el azul y el negro, un pedazo de sensación de tristeza que lo meto en la mochila sin darme cuenta entre todos los papeles desordenados que se caen y se esconden para que no los encuentre y tenga que llamarlos y decirles cosas lindas para que vuelvan. Y voy con la mancha amarga, ácida que me tiñe la mochila sin que me de cuenta, hasta que me doy cuenta y me siento en un banco de la plaza y me saco los zapatos y acaricio el pastito con los dedos y viste qué lindo el sol, y ahí me amigo un poco con mi frente vacía y no le pido que esté llena, la dejo así fresca y suave y no le pido nada, entonces ella baila y se pone contenta.