cuando duermen
los cuerpos se expresan
libremente, no hay manera de limitar o de reprimir.
los cuerpos toman formas que cambian, lento, como un caleidoscopio de esos con líquido, en donde uno puede ver los movimientos suaves y amortiguados. una posición, que con pequeños cambios de uno en uno va a convertirse en otra. miro cómo duermen. me encanta mirarlos dormir. las caras se aflojan, aparecen gestos nuevos, diferentes a los de la vigilia. la respiración es más profunda, más sentida. se ensamblan mágicamente las respiraciones, al unísono, coordinadas. un ritual. un estado meditativo.
mamá, hermano y hermana duermen hace un par de horas. y yo viajo en mis pensamientos, acerca del dormir y de los sueños. hice algunos dibujos. y ahora escribo. siento que soy un gigante y que miro por mi caleidoscopio -también gigante- a estas figuritas de colores claros.
quizás ellos estén despiertos tomando mates y yo soñando con caleidoscopios.
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